Ya conozco el valor que tiene una mesa de comedor, pero lo que siempre me deja mal sabor de boca es un comedor sin color. La mayoría son sobrios, de colores neutros y sin una gota de color vivo, aburrido (en pocas palabras). Es algo que no pueda arreglar unas lindas flores (según mi mamá), o un poco de entusiasmo y buen ánimo para decorar de alegría y frescura un comedor común y corriente.
En este caso, quiero color en el comedor y las opciones para hacerlo abundan en cantidades industriales (literal). Actualmente, existen muchas tiendas por departamento que cuentan con sillas de diferentes colores y estampados, pero una opción paralela a ésta, y menos costosa, es retapizar las sillas que ya tengo en casa, lo emocionante de esto es adentrarse en tiendas de telas y encontrar miles de opciones que darán más ideas sobre lo que quiero para mi comedor. Si tengo sillas de madera , puedo pintarlas de cualquier color y así de fácil darle personalidad al comedor. Un cuadro de full color, una pared pintada de un color diferente al resto, carteles de neón, menaje, vasos , copas, alfombras, flores, hay miles de ideas que se me ocurren al ver estas imágenes. Todo es cuestión de creatividad y buen humor.